¿Qué hacer en Madrid en Semana Santa?
¡Hola! El miércoles empiezan, para la mayoría, las deseadas vacaciones de Semana Santa. Muchas veces actúan como pistoletazo de salida para la carrera hacia el verano. La operación salida y la operación retorno en estas fechas, suelen ser las peores del año, con diferencia. Lo que nos da una pista: las grandes ciudades se quedan "vacías".
A veces la vida nos juega malas pasadas y la falta de vacaciones, o la carencia de planes fuera de la ciudad, nos mantienen en las grandes urbes.
No hay mal que por bien no venga y, tanto si te quedas como si vienes de visita a Madrid, siempre vas a tener planes interesantes, y con la mitad de gente.
Seguramente haya un sinfin de exposiciones, mercados, mercadillos... Pero no soy mucho de estas cosas y por tanto no voy a recomendároslas. (Lo que no quita que algún día me de por ahí)
A mi me mola más disfrutar del ambiente y de sus bares. Y si además puedo admirar la belleza de sus calles y edificios... ¿Qué mejor?
Indiscutiblemente aprovecharía para ir, desde la hora del aperitivo hasta que el cuerpo aguante, a la zona de Ponzano, a tomar unas cañas por Fide o el Doble. Luego trataría de picar algo por La Máquina o Sala de Despiece. Si hay sol... ¡IMPRESCINDIBLE!
Pero si eres menos de picar de aquí y allá y prefieres ir a un sitio fijo, por la misma zona, no dejes de ir a MUTA o Trattoria Manzoni (entre las mejores pizzas de Madrid).
También es buena época para visitar el centro de la ciudad. Madrid no solo tiene ambiente y terrazas, sino también historia. !Si esas paredes hablasen...!
Un planazo sería ir por la mañana (bueno a eso de las 12) a tomar unas bravas en "Las bravas" en la calle Espoz y Mina y acabar a la hora de comer en la Plaza Mayor para degustar un maravilloso bocadillo de calamares. Los de Casa Rúa y La Campana son mis favoritos. Este plan es apto para bolsillos muy apretados, pero no por ello menos exigentes. Si se te antoja un postre, ahí mismo tienes Mistura, que cuenta con unos de los mejores helados de Madrid, aunque también tiene otras opciones dulces buenísimas.
Aunque claro, si quieres algo típico madrileño, para rematar la mañana con clásicos castizos, las bambas de nata de la Mallorquina, son de otro planeta (también las napolitanas, pero yo mato por una bamba). Para ello tendrías que retroceder a Sol. Pero no es problema, porque al salir de la pastelería, te vas a la calle Arenal, y la recorres entera, hasta dar con el majestuoso Palacio Real. Eso sí, yo me pararía a la altura del pasadizo de San Ginés a deleitar la vista. Hay una pequeña librería (Librería San Ginés) que siempre capta mi atención, con sus libros expuestos.... Parece sacada del Callejón Diagon de Harry Potter.
Ya en el Palacio Real, y tras estar un ratito admirando su belleza, tienes dos opciones: derecha o izquierda. Debod o Latina. Y aquí dependerá de las ganas de jolgorio que tenga el cuerpo.
No soy muy de Latina (soy muchísimo más de Malasaña), aunque una soleada mañana/tarde de "primavera" tiene su encanto. Si te decantas por Latina, procura reservar en Lucio para probar sus famosos huevos estrellados, o intenta hacerte un hueco en alguna de las terrazas del La plaza de la Paja (la parte menos bulliciosa y abarrotada de La Latina, aunque no es tarea fácil encontrar un sitio).
Pero si te apetece algo más tranquilo, después de una mañana movidita, ve hacia el Templo de Debod, en mi opinión, uno de los lugares con más magia de la capital.
Además, si te pilla cerca la hora de la puesta de sol, te diría que siguieras caminando por el Paseo de Rosales, hasta el final y justo donde corta con el Paseo de Moret, te adentres tan solo unos pasos, al Parque del Oeste y en una de sus colinas contemples el crepúsculo. (Una de las mejores vistas sin duda).
Te adjunto un mapa muy rudimentario (algún día haré mapas chulos, lo prometo) para la segunda opción, o sea Debod y puesta de sol.
Pasar la tarde por el Retiro no es una mala opción. Es perfecto para estar tranquilo, sin ruidos y por supuesto, visitar el Palacio de Cristal, que es una maravilla.
Pero sin duda, dejando un poco de lado la exigencia culinaria, yo me dejaría caer por Malasaña, la Corredera Baja de San Pablo y la Calle Pez, son mis favoritas, y cualquier local es bueno para pasar una noche interesante con un ambiente de lo más variado y agradable. ¡Déjate seducir por uno de los barrios con más carisma de la ciudad!
Un par de vinitos en El Circo de las Tapas en Corredera |
Éstas son las opciones que elegiría para pasar estos días en Madrid, con menos bullicio de lo habitual.
¿Te animas? ¿Tú qué harías?
En cualquier caso, lo importante es disfrutar del momento y la compañía, el lugar, en el fondo, da igual... ¡Felices vacaciones!
Besitos,
Cris.
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