HOME BURGER BAR
Y es que no creáis que me he olvidado o algo parecido... ¡Qué va! Es que no he dado con sitios, que según mi opinión y parecer, "merecieran" estar en este super espacio gourmet madrileño.
Advertencia: antes de la recomendación del día, voy a hablarte un poco por encima del panorama madrileño gastronómico. Si quieres saltártelo baja un poquito y justo debajo de la linea rosa, tienes el post.
Si habéis cotilleado un poco el apartado en el que os hablo sobre mi y qué me llevó a crear un blog de recomendaciones "restaurantiles", veréis que no soy muy sibarita. O bueno, puedo ser la más sibarita, o la más tradicional y castiza del mundo. Creo que tengo una buena capacidad de adaptación y lo mismo disfruto de un tres estrella michelin (que vaya si lo disfruto), que de una tasca de lo más cutre, si me ponen unas buenas bravas, o tortilla o croquetas, o lo que sea. Lo único que pido es que no me engañen. Que no me vendan un lugar innovador, bueno y muy chic, cuando me están ofreciendo lo mismo que en un Vips, pero con los platos aderezados en el último momento con un poco de sésamo, "cebollita" frita o cualquier ingrediente que esté de moda. Eso sí, una decoración monísima, lástima que no alimente.
Cada vez hay mas aires pretenciosos en la restauración madrileña y no me gusta nada de nada, es más, me cabrea.
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Esta es la única razón por la que no ha habido nuevo post, estas semanas, eso y que he tirado más de cenas y comidas en mi casa o en casa de amigos, y aunque me encantaría que vosotros, amantes de la buena comida, pudierais degustar los ricos manjares de mi madre o de mi amiga Cris, (incluso algún postrecito mio), me temo que sólo están al alcance de unos pocos.
Pero, como suele ocurrir, sin haberlo planeado, el viernes, di con un sitio que en mi opinión es una gran opción en la capital, y más aún, si estas por Malasaña. (¡Cómo me gusta Malasaña!)
El viernes fui a hacer unas cuantas fotos nocturnas de Madrid, precisamente para el blog y algunas novedades que tengo en mente y que ya veréis, Como eran nocturnas, y requerían varios puntos de la ciudad, terminamos bastante tarde. El hambre se instauró en nuestros estómagos. Estábamos cerca de Chueca, pero no encontramos un sitio al que me muero por ir, así que nos cruzamos a Malasaña. Mi acompañante y amigo, al que el hambre le pone un poco de mal humor, me "obligó" prácticamente a tomarme una hamburguesa (yo quería cambiar un poco de registro, pero cualquiera decía nada), así que en la calle Espíritu Santo, que es donde le entró el agobio, me metió nos metimos en HOME BURGER.
Había estado hacía 3 o 4 años en otro de sus locales, y recordaba que me había gustado, pero claro todo esto había sido antes de la explosión hamburguesera de la capital, así que pensé "¿Por qué no?".
En honor a la verdad, debo añadir que el año pasado intenté cenar allí, pero con eso de que no preparo las cosas con antelación, la lista de espera era tan larga que tuvimos que decantarnos por otra opción. (Así que dato a tener en cuenta... reserva previa)
La decoración del local es como el típico dinner americano y entre sus mesas hay de todo: parejas, familias con niños, grupos de amigos... El formato de la carta es muy original, (y que tras 10 años sigas siendo original, con la que está cayendo es difícil) y lo que más me gusta es que su carne y pan son ecológicos y los ingredientes los seleccionan de pequeñas tiendas del barrio, para no perder frescura y calidad. Además se encargan del reciclaje de todos los materiales, envases y demás residuos, cosa que es de agradecer tal y como están las cosas, y es toda una declaración de intenciones que personalmente ME ENCANTA.
Vamos con la prueba de fuego, ¡las hamburguesas!
Yo me pedí la Hickory Burger, con salsa bbq, bacon, cheddar y cebolla a la parrilla. La pedí poco hecha, y respetaron totalmente su punto. La verdad es que estaba buenísima. La carne muy jugosa, aunque si tengo que poner una pega, sería que la salsa bbq se me quedó algo escasa. El pan buenísimo, y las patatas... riquísimas.
Por cierto, tiene una amplia variedad de hamburguesas para vegetarianos. Dato muy a tener en cuenta.
Por lo que no todo son buenas intenciones y una filosofía sana y concienciada con la naturaleza, sino que encima, es una sabrosa opción hamburguesera, y para mí, la mejor en Malasaña.
Además, ahora, en 2016 como que estamos muy concienciados con el tema ecológico, pero imagínate hace diez añitos, era como chino.
Recuerda que al menos en fin de semana es muy recomendable reservar.
C/ Espíritu Santo 12. TLF: 91 522 97 28
¡Apúntalo y disfruta!
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