CASA LUCIO
¡Hola a todos!
Después del post "reflexivo" de la semana pasada, comenzamos el año con un clásico entre los clásicos.
Si has leído el título, lo más seguro es que sepas perfectamente de qué te estoy hablando. Casa Lucio, es toda una institución nacional, de reconocimiento internacional.
Incontables son los personajes públicos de toda índole, que han atravesado la puerta de la foto que encabeza estas líneas: actores, cantantes, empresarios, políticos... ¿Casualidad? Yo no creo en las casualidades y menos en este sector.
Un restaurante que lleva más de 42 años con sus puertas abiertas, con llenos diarios, con una cocina de lo más tradicional... ¿Donde está el truco?
En hostelería no suele haber trucos, al menos a largo plazo. Las modas que no tienen una base sólida, acaban pasando, solo permanece lo auténtico, lo bueno, lo que aporta algo. Y no son muchas (en proporción con la oferta hostelera en la escena madrileña), por desgracia, las casas que reúnen estos requisitos.
Este post es una recomendación en toda regla, por supuesto, pero la cosa no se queda ahí.
Sí, toda la carta es recomendable, hasta la rosca de pan es riquísima. Buena materia prima, buena ejecución, tradicional, sin historias. Podemos hablar de los huevos estrellados, conocidos en el mundo entero, que pese a lo "sencillo" que parece el plato, algo pasa, porque son inigualables, tratando de ser imitados en tantos y tantos sitios, con dignos resultados, en ocasiones y auténticos desastres en la mayoría. (Siempre hablando de las proporciones, de restaurantes en Madrid que sirven huevos estrellados). Me encanta también su arroz con leche, con esa deliciosa costrita caramelizada.
Incontables son los personajes públicos de toda índole, que han atravesado la puerta de la foto que encabeza estas líneas: actores, cantantes, empresarios, políticos... ¿Casualidad? Yo no creo en las casualidades y menos en este sector.
Un restaurante que lleva más de 42 años con sus puertas abiertas, con llenos diarios, con una cocina de lo más tradicional... ¿Donde está el truco?
En hostelería no suele haber trucos, al menos a largo plazo. Las modas que no tienen una base sólida, acaban pasando, solo permanece lo auténtico, lo bueno, lo que aporta algo. Y no son muchas (en proporción con la oferta hostelera en la escena madrileña), por desgracia, las casas que reúnen estos requisitos.
Este post es una recomendación en toda regla, por supuesto, pero la cosa no se queda ahí.
Sí, toda la carta es recomendable, hasta la rosca de pan es riquísima. Buena materia prima, buena ejecución, tradicional, sin historias. Podemos hablar de los huevos estrellados, conocidos en el mundo entero, que pese a lo "sencillo" que parece el plato, algo pasa, porque son inigualables, tratando de ser imitados en tantos y tantos sitios, con dignos resultados, en ocasiones y auténticos desastres en la mayoría. (Siempre hablando de las proporciones, de restaurantes en Madrid que sirven huevos estrellados). Me encanta también su arroz con leche, con esa deliciosa costrita caramelizada.
Pero como os adelantaba, anteriormente, no solo es la comida. Es la pasión por este mundo. Desconozco la historia completa del fundador, pero según su página web, comenzó con tan solo 12 años a trabajar en el negocio que anteriormente ocupaba el local, Mesón del Segoviano. Con su trabajo y buen trato, se ganó, no solo la confianza de su jefa, sino de los clientes, que siguieron acudiendo, cuando compró el restaurante en 1974.
El resto es popularmente conocido, y lo he citado al principio del post, los personajes públicos más importantes, iban a comer a Lucio. Una fama y una gloria que todavía duran. Y entonces, el pasado 6 de Enero, acudo con mi familia a comer, día festivo y familiar en la mayoría de hogares españoles, y encontramos a Lucio, a sus casi 84 años, siempre atento, vigilante, controlando que todo estuviera perfecto, acercándose a las mesas (a todas, y no son pocas), preguntando... hasta retirando platos vacíos de las mesas. Me recordó tanto a unas personitas...
Me pareció el ejemplo de algo, que cada vez se ve menos, aunque por suerte no está todo perdido, y todavía quedan apasionados de este mundo, no solo por la rentabilidad que supone, hoy en día, un negocio de hostelería (y más en Madrid).
Como primera recomendación del año, necesitaba reafirmarme en mi declaración de intenciones, para lo que viene en el blog: comida como requisito indispensable en un restaurante y pasión por la gastronomía y hostelería (por eso del trato al cliente). La decoración, que siempre es agradable y mejora la experiencia (en algunos casos) y lo de moda que esté en el momento ( para mi irrelevante, aunque normalmente lo que es muy bueno, no suele ser secreto, pero no confundir con sitios de moda, que solo son atracción para gente guapa), son aspectos que pasan a un segundo plano, aunque puede ser valorable, según la experiencia.
Porque salir a comer, o a cenar, para mi, y por tanto será lo que aparezca en este blog, es mucho más que saciar el hambre, es una experiencia, normalmente, en buena compañía, donde dar rienda suelta a uno de los placeres más maravillosos de esta vida, que no es otro que saborear magníficas elaboraciones (con sentido), que hacen las delicias de nuestras papilas gustativas, sabiéndonos adaptar al lugar y lo que este puede ofrecernos, según la ocasión y con quien la estemos compartiendo.
Nos vemos pronto por aquí.
Besitos,
Cris.
El resto es popularmente conocido, y lo he citado al principio del post, los personajes públicos más importantes, iban a comer a Lucio. Una fama y una gloria que todavía duran. Y entonces, el pasado 6 de Enero, acudo con mi familia a comer, día festivo y familiar en la mayoría de hogares españoles, y encontramos a Lucio, a sus casi 84 años, siempre atento, vigilante, controlando que todo estuviera perfecto, acercándose a las mesas (a todas, y no son pocas), preguntando... hasta retirando platos vacíos de las mesas. Me recordó tanto a unas personitas...
Me pareció el ejemplo de algo, que cada vez se ve menos, aunque por suerte no está todo perdido, y todavía quedan apasionados de este mundo, no solo por la rentabilidad que supone, hoy en día, un negocio de hostelería (y más en Madrid).
Como primera recomendación del año, necesitaba reafirmarme en mi declaración de intenciones, para lo que viene en el blog: comida como requisito indispensable en un restaurante y pasión por la gastronomía y hostelería (por eso del trato al cliente). La decoración, que siempre es agradable y mejora la experiencia (en algunos casos) y lo de moda que esté en el momento ( para mi irrelevante, aunque normalmente lo que es muy bueno, no suele ser secreto, pero no confundir con sitios de moda, que solo son atracción para gente guapa), son aspectos que pasan a un segundo plano, aunque puede ser valorable, según la experiencia.
Porque salir a comer, o a cenar, para mi, y por tanto será lo que aparezca en este blog, es mucho más que saciar el hambre, es una experiencia, normalmente, en buena compañía, donde dar rienda suelta a uno de los placeres más maravillosos de esta vida, que no es otro que saborear magníficas elaboraciones (con sentido), que hacen las delicias de nuestras papilas gustativas, sabiéndonos adaptar al lugar y lo que este puede ofrecernos, según la ocasión y con quien la estemos compartiendo.
Nos vemos pronto por aquí.
Besitos,
Cris.
Estoy de acuerdo, Cris, Casa Lucio es todo un clásico. Cuando llevo a visitas de fuera siempre les digo en broma que no les dejarán salir de Madrid si no han probado los huevos de Lucio.
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