LATASIA #casadecomidas
¡¡Hola a todos!!
Comenzamos mes, temporada y servidora, década....
Como es una fecha, que no hay que despreciar, hoy os traigo uno de los mejores descubrimientos, hasta la fecha.
Le tenía muchas ganas, porque había oído maravillas, pero entre unas cosas y otras, nuestra cita no había podido ser. Dicen que lo bueno se hace esperar, y ¡vaya si es cierto!
El viernes pasado, y de milagro, conseguí con una amiga, mesa. Eso sí, a las 9 de la noche, algo pronto para los horarios que solemos manejar, pero era eso, o nada.
Nada más entrar ya se respira ese no se qué, de los sitios donde la gastronomía es el fuerte. Aún así, hasta que no empieza el festín, prefiero no esperar nada.
Con la bebida nos pusieron unas aceitunas, riquísimas, muy bien aliñadas. Eran el preludio del aperitvo de la casa. Minutos después, llegaron las samosas de "cochinita pibil". Muy ricas.
Tocaba pedir, y aunque había cosas que teníamos claras, también nos hicieron alguna recomendación muy acertada. Por orden de llegada a la mesa, tomamos: ceviche limeño de ají amarillo, bueníííííísimo; dim sum de rabo de toro (fuera de carta), puro sabor; mollejas glaseadas, espectaculares, top, maravillosas... y de postre, mochi de cheesecake; alucinantemente rico.
Le tenía muchas ganas, porque había oído maravillas, pero entre unas cosas y otras, nuestra cita no había podido ser. Dicen que lo bueno se hace esperar, y ¡vaya si es cierto!
El viernes pasado, y de milagro, conseguí con una amiga, mesa. Eso sí, a las 9 de la noche, algo pronto para los horarios que solemos manejar, pero era eso, o nada.
Nada más entrar ya se respira ese no se qué, de los sitios donde la gastronomía es el fuerte. Aún así, hasta que no empieza el festín, prefiero no esperar nada.
Con la bebida nos pusieron unas aceitunas, riquísimas, muy bien aliñadas. Eran el preludio del aperitvo de la casa. Minutos después, llegaron las samosas de "cochinita pibil". Muy ricas.
Tocaba pedir, y aunque había cosas que teníamos claras, también nos hicieron alguna recomendación muy acertada. Por orden de llegada a la mesa, tomamos: ceviche limeño de ají amarillo, bueníííííísimo; dim sum de rabo de toro (fuera de carta), puro sabor; mollejas glaseadas, espectaculares, top, maravillosas... y de postre, mochi de cheesecake; alucinantemente rico.
En definitiva, un sitio espectacular, con una calidad-precio, muy difícil de superar (por no decir imposible). La cosa anda entre los 30/35 por persona. Los platos son de tamaño importante y bastante contundentes. Nosotras llegamos al postre de milagro.
Es un local bonito, sin excesiva parafernalia, donde claramente no hay ningún agente externo que disfrace o adorne la comida. Atención muy buena y sabe muy bien lo que hace.
Apuntadlo porque de verdad es top.
Latasia, se encuentra en Paseo de la Castellana 115, prácticamente a la altura de Cuzco y su número de reservas es 91 555 93 33. Normalmente para el fin de semana, las reservas tienen que ser con algo de antelación.
Avisados quedáis, ¡no podéis perdéroslo!
La semana que viene más.
¡Estoy encantada de estar de vuelta!
Besitos,
Cris.
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